El articulo escrito por el profesor de secundaria Alberto Royo y publicado en Diario de Navarra, nos muestra la opinión de un docente ante un tema que está en boga en los últimos años en el ámbito educativo: los deberes o trabajos para casa.
El autor critica con dureza la postura de algunas asociaciones de padres y madres ante este tema. Los acusa de intrusismo por juzgar las decisiones de profesionales en ese ámbito, sin contar con ninguna prueba válida que refute la necesidad de los deberes. Además, cree que en muchos casos ellos y ellas son parte del problema que critican, ya que disminuyen claramente el tiempo libre de sus hijos e hijas saturando sus tardes de actividades extraescolares (en aras de de una competitividad que luego critican).
El artículo me ha parecido interesante, ya que trata sobre un tema que he escuchado en multitud de ocasiones a los profesionales de la educación de mi entorno. No hay una postura clara, ni se ha dado un debate serio en torno a dicho tema. Por ello, cada centro y cada docente debe gestionar de la mejor forma que pueda el conflicto entre las necesidades de su clase y la presión ejercida por el ámbito familiar del alumnado.
Pero este debate no es exclusivo de España. En Francia, ya desde el año 2012 el debate ha trascendido el debate
educativo y ha llegado a la esfera política. Incluso el ex-presidente François
Hollande llegó a abogar públicamente por su eliminación.
Los defensores de esta medida en el
país galo argumentan que los deberes penalizan a las familias con menos
educación y con menos recursos, ya que los niños no pueden recibir la ayuda de
sus padres, de un profesor particular o de una academia. Por lo tanto van en contra del viejo lema republicano de la Égalité, ya que la
igualdad debería empezar en las aulas.
En contraposición, en un país referente a nivel europeo en el ámbito de la educación como es Finlandia, los deberes existen. Sin embargo, estos deberes son meros refuerzos al contenido trabajado en clase, muy ligeros y los alumnos les dedican un máximo 30 minutos diarios.
Exactamente este es el modelo propuesto por el profesor Royo, que aboga por por una racionalización de los deberes limitando su extensión pero poniendo en valor sus beneficios educativos en contraposición a todas las críticas sin base científica que promulgan charlatanes y progenitores que se preocupan mas por que sus hijos e hijas no salgan de una zona de confort que solo beneficia su comodidad.